lunes, 22 de diciembre de 2008

Cicatrices


El tiempo ha transcurrido, dejado sus inminentes cicatrices sobre la superficie aspera de mi agotado corazón.

He estado recorriendo este plano existencial con los ojos cerrados, limitándome a ir a tientas, tropezando, cayendo y levantándome, aguantando el peso de ser quien soy, de existir.

Mi vida ha dado vuelcos intermitentemente desde hace tantos inviernos que no recuerdo un instante en paz conmigo mismo, esta guerra ya agotada ha dejado demasiados escombros arrumbados en algún sitio que decidí no existiera más, consumiéndome como cigarrillo entre tus labios.

Y el tiempo ha dejado de correr, atrapado entre mis manos, detenido justo un segundo antes de marcar la hora de mi muerte, castrado y ensangrentado por los caídos en nombre del tiempo, sin darle tregua de reparar los errores cometidos.

Cada segundo que no llega es una gota de sangre menos, cada gota de sangre menos es un segundo más de tiempo, y de nuevo vuelta y vuelta, a empezar de cero hasta que la cuenta regresiva se agote de nuevo.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Cristales azules


Sus dedos treparon por mi espalda, recorriéndome con una lentitud inusitada, tortuosa, infame, y dolorosa; aún había más por delante, no había terminado, aún no.

Cada centímetro de mi ser estallaba, muriendo y resucitando, fundido con el universo. Libre, despojado de los listones de tormenta que abarrotaban mis entrañas.

Eramos un par de estrellas mutando en supernova, partiendo en dos el espacio infinito, creando un inmenso agujero negro entre la vía láctea y nuestra historia.

Y permanezco recostado en su vientre, disfrutando del aroma que habita entre sus piernas esperando el instante exacto para poseerla.

Desciendo por su cuerpo llegando a su humedad, demorándola de pies a cabeza, saciando mi sed de ella, bebiendo el néctar de la vida eterna.

Hasta que los la pirotecnia termino, y el deshielo del universo cubrió nuestros cuerpos inertes, inundandonos de vidrio azul glacial.

Silencio, solo es silencio. ¿Paz? ¿Quien quiere paz?

Sus dedos comenzaron a trepar por mi espalda, recorriéndome con una lentitud inusitada...

jueves, 20 de marzo de 2008

El Aragones Errante


El tipo continuaba andando, en círculos, guitarra al hombro y dolor a cuestas, perdido pero feliz de poder seguir.

Tantas plazas conquistadas, tantos caminos olvidados, con un solo punto en la memoria; encontrar un hogar de brazos tibios, con aroma a hierba, almizcle y ron.

La decadencia lo abordó un día cualquiera, en una ciudad cualquiera, un momento cualquiera, sin sobresalto, sin angustia, simplemente toco a su puerta en aquel hotel mientras los vapores del tabaco, el whiskey y el hachís se diluían.

La luna ensombrecía sus pasos, adormecía sus ojos e inundaba sus pulmones, no había nadie al rededor, ni el susurro del viento o el canto de un grillo, solo el silencio de la noche.

Llegó a un descampado lleno de penumbra, hizo un alto, levantó el rostro y el viento alborotó su cabellera oscura. Lentamente bajó su guitarra, su bolso y se decidió a pasar allí la noche.

Solo con sus penas y con su soledad atragantandolo se desplomo, en silencio encendió un cigarrillo mágico y dedicó la primer bocanada al ser perdido, ese que entre tragos y canciones se despidió para no volverlo a ver, esa fue su última perdida, la última derrota.

Algunos minutos después una fogata iluminó la noche, se instaló allí mismo, saco la guitarra y entonó el primer acorde, una melodía lacónica brotó de sus manos mientras un torrente de lágrimas escurría por su rostro. El dolor lo recorrió por completo y un ambiente de tristeza cubrió el cielo estrellado en esa zona sin vida, entonó tres canciones llenas de amor y de dolor, encendió otro cigarrillo y susurró el nombre del ser amado y perdido, no volvería atrás ni volvería a ver su sonrisa de ángel, ni a disfrutar las noches de locura que vivía a su lado. Cerro los ojos esperando que el estupor lo abordara, entregándose al sueño de muerte que lo acurrucó poco a poco.

Esa noche soñó que su cuerpo era de hojas secas y voló por el firmamento, cruzando el océano azul hasta llegar a un valle cubierto por espinas y giralunas. Soñó que él era el viento, su mundo el cielo y su hogar el mar.

A la mañana siguiente una sonrisa apareció en sus labios, cogió su guitarra, su bolso y decidió partir hacia la nada, y continuó andando, guitarra al hombro y dolor a cuestas, perdido pero feliz de poder seguir adelante.

lunes, 3 de marzo de 2008

Senda


Esta caminata hasta donde converge la humanidad
me llena de hastío,
tantas oportunidades perdidas,
tantos momentos extraviados,
pero sobre todo tantas palabras ficticias.


Empieza la cuenta regresiva
para llegar a mi nueva vida,
con una perspectiva
distinta del infra mundo,
con una idea divergente, congruente,
fortuita, autentica.


No es necesario mirar atrás, ya no,
la oscuridad barrió con todo
lo que me anclaba a este lugar,
anulando las falsas perspectivas
en un mundo falso, que solo pretende
exprimir mi ahora sin darme un para que.


El camino es oscuro al rededor
con una salida hacia una zona de luz,
donde la noche solo llegará para dormitar a mi lado
cuando la luna nueva decida decender a susurrarme
palabras que impregnen de magia
las paginas de este libro de las sombras en que escribo.


No dejaré que la locura abandone mi andar,
tampoco que lo que soy deastruya lo que quiero ser,
sin trucos, sin miedos,
siendo simplemente yo
de aqui en adelante.

domingo, 20 de enero de 2008

Un segundo de paz


Las estrellas y la luna en un melancólico rito de iniciación abrazaron tu alma para llevarla a lo alto del universo, estaban riendo pero una congoja se notaba en su mirada, estaban distantes, heladas, tristes.

El sol miraba a distancia, se sumergía en su abismo húmedo de océanos tibios esperando la caída del firmamento para abrirse paso a dentelladas e iluminar nuevamente con sus gélidos brazos la distancia de un horizonte que ya no existe.

Mientras tanto y tanto tendré que prepararme para evocar tu recuerdo en tu memoria, para que el páramo donde me encuentro no me asfixie, ni me llene de cadenas de flores que no huelen pero si saben de dolor.

Hago una pausa en mi vida para escribir fieramente en tu nombre, por tu nombre, para guardarte en cada milímetro algodonado de mis sabanas azules, para acurrucarme con tu imagen, sentir tu presencia, tu esencia, vivirte.

Necesito de un par de segundos para meditar, para asimilar, para recordar y brindar en tu nombre, en tu memoria, quebrando un tanto el equilibrio universal de lo universal, para deshojar pétalo a pétalo una historia que jamas escribí, para recrear tu mirada.

Partiendo de un punto, imaginando una pequeña causa que cause una pequeña imagen, un recuerdo original de recuerdos que no recuerdo, un instante en que existes porque mi memoria exige tu existencia, un segundo de paz que en paz espero un segundo, un punto de partida que consiga imaginarte.

Necesito un par de segundos para meditar, pera reordenar, para recordar.

martes, 1 de enero de 2008

Comienza un año menos


Hay que iniciar de nuevo el camino ya andado, reagrupar los ejércitos, redireccionar las armas, planear una estrategia nueva, y seguir.

Como cada inicio de año estoy lleno de planes, ideas, ganas, propósitos; pero sobre todo estoy lleno de hastío, de miedos, de incontables pensamientos que solo generan en una gran masa de irreconocibles alimañas que me internan en sus entrañas y no me permiten respirar, porque me aterra extraviarme del camino que me he planteado.

Tengo meses planteándome el escribir diario y no lo consigo, en leer más de 30 libros al año (actualmente he de estar leyendo 20), en dejar de vivir para trabajar, en largarme de este plano, encontrarme conmigo mismo del otro lado del espejo, regresar al punto donde extravié mi infancia y me convertí en adulto, reconciliarme con mis fantasmas, y un larguísimo etcétera.


Necesitare unas grandes dosis de adrenalina, valium, cigarros, cigarrillos mágicos, polvos mágicos, endorfinas, psicotrópicos y demás reactivos para la imaginación que logren encerrarme en la esfera de noche en donde me escapo cuando puedo ser creativo.

Intentaré cumplir mi palabra de ser un mejor ser humano sin dejar de lado el ser distinto al resto de los mortales, intentaré convertirme en el gran artista que pretendo y coronarme como el gran amante que he deseado, porque tengo que conseguir millones de cosas (y de pesos) para poder realizar los sueños que me han bombardeado desde que era un infante.


Continuare en esta extraña mezcla de idas y venidas para llenar al vacío que existe entre generaciones, arrancaré los sueños de poeta y los exprimiré con un poco de whisky (del que traigo en las venas) para hacer una bebida para el alma, alimento de hadas y desecho de musas, para iluminar mis andanzas con velas rojas y negras por el valle de desesperación que me atrae por las madrugadas en que el insomnio se apodera de mis ojos.


Propósitos sin cumplir, de eso esta lleno el calendario de mi vida, ideas descompuestas por un grado de cordura que no me deja respirar, la locura es el mejor estado del ser, Utrillo lo inmortalizó en una pintura y ahora lo pongo por escrito, la locura del ser evita el estar, afortunadamente.